BREVE BIOGRAFÍA DE JIM KELLY
- Por @danbills
- 12 mar 2016
- 3 Min. de lectura

James Edward Kelly, mejor conocido como Jim Kelly, es un ejemplo de resistencia. Nació el 14 de febrero de 1960 en Pittsburgh, Pensilvania. Inicialmente, deseaba jugar como mariscal de campo en Penn State con Joe Paterno pero le fue ofrecida una beca como apoyador. Optó por jugar para la Universidad de Miami; ayudó a su alma mater a convertirse en uno de los mejores programas universitarios y su nombre está galardonado en el salón de la fama de esa escuela.
En el celebérrimo draft de 1983 fue elegido por los Bills de Buffalo con el décimo cuarto turno. En aquellas épocas, tal como ahora, ser seleccionado por los de Nueva York no era motivo de algarabía. Él ha admitido públicamente que cuando escucho su nombre siendo seleccionado por los Bills pensó « ¡Tienes que estar bromeando! ». Tal fue su frustración que, cuando le fue ofrecido ser mariscal en los Houston Gamblers de la recién formada USFL, no dudó ni un momento en dirigirse a Texas.

En Houston se convirtió quizás en el mejor quarterback histórico de esa liga. Sin embargo, en 1986 la USFL fue cancelada y, con ello, Kelly debió retornar a la NFL con los Bills que aún tenían sus derechos. Con los de Buffalo formó una dinastía histórica y poco reconocida. Conformó con Thurman Thomas, Andre Reed, James Lofton, Don Beebe, y compañía, la ofensiva no huddle con la cual dominaron por casi un lustro la Conferencia Americana. Logró seis títulos de la División Este; llevó a los Bills a ocho postemporadas de las once temporadas en que fue titular y, como es consabido, llegó en cuatro ocasiones consecutivas al Super Bowl.
Infortunadamente, todos los superdomingos entre 1990 y 1993 vieron a los Bisontes caer:
XXV: 20-19 contra New York Giants.

XXVI: 37-24 contra Washington Redskins.

XXVII: 52-17 contra Dallas Cowboys.

XXVIII: 30-13 contra Dallas Cowboys.

Kelly ha vivido con el revés eterno de haber exhibido sus peores juegos y desempeños en el juego grande. No obstante, la Ametralladora es considerado uno de los mejores mariscales de la historia. El 28 de diciembre de 1996 Jim Kelly jugó el último juego de NFL de su vida; ante los Jacksonville Jaguars los Bills perdieron su primer juego de playoffs en casa; justo en el último cuarto Shotgun Tom sufrió un terrible golpe de Chris Hudson lo que le provocó la última conmoción de su vida. Allí acabó su carrera.
En 1997, Kelly y su esposa tuvieron a Hunter James Kelly. Fue diagnosticado con la enfermedad de Krabbe, enfermedad congénita que ocasiona degeneración neuronal irreversible. La mayor parte de los siguientes ocho años de su vida Jim los invirtió en tratar y prolongar la vida de su vástago. En su honor fundó Hunter´s Hope, organización sin fin de lucro destinada a obtener fondos para la investigación de esta rara enfermedad. El patrimonio de Jim Kelly se vio mermado sobremanera por la manutención y las terapias de su hijo. Incluso en algún momento contempló retornar a la NFL y jugar para los Ravens aunque esto nunca se concretó. Finalmente, el 5 de agosto del 2005 Hunter falleció.
En el 2002, durante su primer año de elegibilidad, Kelly fue seleccionado para el Salón de la Fama. Durante la ceremonia, la Ametralladora recordó a su hijo fenecido en su discurso: «la persona más ruda que he conocido en mi vida fue mi héroe, mi soldado, mi hijo, Hunter. Te amo, amigo».

Durante los siguientes 10 años incursionó en diversas aventuras financieras y llevó una vida tranquila. El 3 de junio del 2013 anunció que había sido diagnosticado con carcinoma de células escamosas en el maxilar. Se sometió a cirugía el 7 de junio de ese mismo año y, poco después, se declaró libre de cáncer. Por desgracia, el 14 de marzo del 2014, durante un chequeo de rutina, se volvió a apreciar crecimiento del cáncer. Debió recibir quimioterapia y radioterapia en los siguientes meses; finalmente, el 20 de agosto del 2014 se notificó que estaba curado. Pero el daño estaba hecho: Jim vive con dolor crónico, alteraciones sensitivas en la región facial e insomnio crónico, entre otros problemas.

A pesar de todas las vicisitudes, fracasos deportivos y personales, desgracias familiares y demás, Shotgun Tom mantiene optimismo, siempre está sonriente y afirma que ha sido bendecido. Para todos los que amamos a los Bills, Jim Shotgun Tom Kelly es y será siempre uno de nuestros grandes ídolos.
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