LA TRISTE HISTORIA DE ATLÉTICA
- Por @danbills
- 6 abr 2016
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Atlética es una marca textil de ropa deportiva. Fue fundada en 1994 en Jalisco. Durante la década pasada gozó de gran popularidad y notoriedad. Su éxito se basó, fundamentalmente, en su incursión en el balompié nacional. Gran cantidad de escuadras de primera y segunda división fueron vestidas y equipadas por esa marca.
Los primeros equipos patrocinados por Atlética fueron Atlas y Tecos en 1995. A partir de ese momento, y en forma progresiva, fue incrementando su cartera de clubes. Tigres, Guadalajara, Veracruz, Pachuca, Morelia, Puebla, Toluca, Monterrey, Necaxa, Santos Laguna, San Luis, Jaguares, Atlante, Querétaro, y muchos otros, tuvieron el logo de tal compañía en su indumentaria. Los únicos tres equipos que jamás utilizaron algún «jersey» de esa empresa fueron América, Cruz Azul y Pumas. Durante varios años, Atlética fue la que mayor cantidad de conjuntos vistió en la primera división mexicana.
Sus playeras siempre tuvieron la misma calidad: regular. Los modelos nunca sobresalieron por innovar ni marcar tendencias. Puede decirse que casi todas sus elásticas compartían «template» y características con mínimas diferencias. Quizá sus camisetas más recordadas sean las que le confeccionó al Toluca.Los escarlata vivieron su época dorada vistiendo a Atlética lo que ayudó a que la compañía aumentara su fama. Como puede verse en las imágenes, los modelos no variaban sobremanera entre ellos; la zona favorita para realizar cambios era el cuello.



Otro club muy recordado por su convenio longevo con los de Jalisco fue Santos Laguna.El uniforme de visitante de los de Torreón fue el favorito para realizar novedades; algunos de ellos son bastante atractivos y muy recordados por los aficionados. Empero, en todos los «jerseys» de Santos puede verse uno de los peores defectos común a casi todas estas playeras: la presencia masiva de patrocinadores. Si bien este es una deficiencia independiente a las marcas deportivas, Atlética jamás encontró forma –o jamás se preocupó- por hacerla amigable o menos antiestética como lo hace Puma en sus elásticas hoy en día.

No todo fue malo o mediocre. Atlética diseñó uno de los uniformes más bellos en la historia de la primera división: el del Centenario del Club Pachuca. Incluso varias de sus remeras son muy preciadas como, las ya mencionadas, de Santos, Toluca, Tecos e, incluso, Chivas.
Su momento máximo ocurrió en el 2002 cuando fue la empresa designada para vestir a la Selección Mexicana de fútbol en el Mundial de Corea-Japón 2002. ¿Qué puede decirse de esa prenda? Simple, tal vez elegante, con corte ceñido al cuerpo. Sin duda no es la más hermosa que ha tenido el Tri, pero tampoco es su peor exponente. Es, simplemente, una playera de Atlética.



En su momento de apogeo tuvo la oportunidad de ataviar algunos equipos extranjeros: Alajuelense, Deportivo Saprissa, Dallas Burn y Colorado Rapids. Incluso, fue la marca de otras selecciones nacionales: Bolivia, Venezuela, Belice, Costa Rica, Guatemala, Trinidad y Tobago y El Salvador.
Con el transcurso de los años, y con la creciente presión de las trasnacionales más poderosas, fue perdiendo en forma progresiva múltiples patrocinios hasta quedar eliminada del todo del máximo circuito del balompié mexicano. A pesar de esto, y quizá como colofón de sus obras, creo una playera amada, venerada y difícil de encontrar: la de la Selección Olímpica de Fútbol masculino que participó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Dista de ser la más bella indumentaria que haya usado algún combinado nacional, pero tiene el gran mérito de ser la que fue usada cuando México obtuvo su más grande trofeo a nivel internacional.

Desde el año 2000 fue el proveedor del Comité Olímpico Mexicano. Se encargó de darles vestimenta a los atletas durante todos los ciclos olímpicos comprendidos entre 2000 y 2012. Los deportistas siempre se quejaron de la calidad de las prendas que les brindaban: no eran de su talla, les quedaban grandes a pesar de ser de su tamaño, absorbían en demasía sudor, no les permitía el movimiento apropiado, etcétera. Varios de ellos optaban por usar los propios o los de sus patrocinadores, con la infracción económica correspondiente. Muchos otros debieron adquirir por su cuenta, y de último minuto, ropa que les ajustara; el logotipo, no oficial, debía ser tapado con cinta adhesiva. Estos penosos acontecimientos demuestran que Atlética jamás tuvo las características ni calidad suficiente para establecerse como una marca reconocida a nivel mundial. Por ello jamás fue avalada por el Comité Olímpico Internacional.
La última escuadra que utilizó sus «jerseys» fue el Correcaminos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas en el 2014. Su decremento ha sido acelerado. Al parecer, en la Ciudad de México ya no hay ninguna tienda oficial por lo cual ya es sumo complicado conseguir sus productos. Su presencia a nivel nacional es mínima; Jalisco es su último nicho. Sus faltas fueron demasiadas; la suma de ellas y el menor poderío económico frente a Nike, Adidas, Puma, Umbro o Under Armour ocasionaron que fuera erradicada del fútbol. Aparentemente su destino es desaparecer. Final pronosticable para una marca que tiene una grave falta ortográfica en su logotipo.
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